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"En 500 años se negaron a ver nuestros rostros, ¿Porqué ahora quieren ver nuestras caras? - E Z L N"

1 de Enero de 2010 - XVI aniversario de la Guerra contra el olvido

Mesa redonda en el CIDECI, San Cristóbal de las Casas: Palabras del Comandante Tacho

Palabras del Comandante Tacho

Compañeros y compañeras. Todas y todos, los que hoy nos encontramos en este lugar. Para platicarnos la importancia que es para nuestros pueblos y comunidades indígenas y campesinas de México y otros países del mundo.

A nombre de nuestros compañeros y compañeras bases de apoyo, hombres y mujeres, ancianos, niños y jóvenes, de las tropas insurgentes e insurgentas, de las fuerzas mexicanas de milicias, de los compañeros y compañeras mandos militares y de los y las compañeros y compañeras de la dirección política del EZLN, regionales y del Comité Clandestino Revolucionario Indígena y de la comisión sexta comandancia general del EZLN. Nos permitimos hacer uso de la palabra y con el permiso de ustedes compañeras y compañeros representantes de organizaciones campesinas, indígenas de Brasil, del MST, del movimiento campesino de Corea, del movimiento campesino de Madagascar, movimiento campesino de Estados Unidos, de vía campesina en Europa, Asia, África y de América.

Queremos decirles que es un honor tenerlos aquí.
Para sabernos y decirnos como luchamos, como resistimos desde donde nos encontramos, queremos decirles que son bienvenidos hermanas y hermanos. Todos y todas los que aquí nos encontramos.
Con permiso compañeros.

El tema que me toca platicarles es sobre la tierra y el territorio.
Para nosotros los indígenas Zapatistas, la lucha por la tierra y el territorio es y a sido muy importante, porque es la base principal de nuestros pueblos, donde vivimos desde hace 515 años.
La lucha por la tierra y el territorio, es indispensable y por eso desde el levantamiento armado de 1910, encabezó el general Emiliano Zapata, jefe libertador de sur, se dio la lucha a raíz de la defensa de la madre tierra y el territorio. Desde entonces hemos venido caminando esta lucha por nuestra tierra, por eso nunca nos descansaremos de luchar por la madre tierra, porque la tierra es de quien la trabaja.

Los pueblos indígenas y campesinos, tenemos históricamente nuestras raíces en estos territorios, nos relacionamos con ella, a través de la madre tierra. Ahí producimos nuestros alimentos para vivir, ahí nacemos, ahí nos desarrollamos, en ella nos multiplicamos y convivimos, con las montañas, con los ríos, con el aíre, con la vida de la misma naturaleza, los mares los manantiales, así como también en ella viven todos los seres vivos con derecho a la vida, así como los recursos del subsuelo.

Nosotros los indígenas, campesinos, lo cuidamos y la amamos nuestra madre tierra y lo hemos demostrado por siglos.
Nunca en la historia de la humanidad, los pueblos indígenas, campesinos hemos hecho ningún daño grave a la madre tierra, nunca.

La tierra la trabajamos para alimentarnos, pero la cuidamos.
Nosotros los indígenas y campesinos, nunca hemos explotado miles o millones de metros cúbicos para venderlos como si fueran mercancías a cambio de dinero.

En cambio los capitalistas de México y otros países, se lo están acabando, más lo van a acabar, pobre van a dejar nuestra madre tierra si los dejamos.

La acabaran lo que cuidamos hace siglos, la acabaran todo los valores milenarias y lo sabemos que dependemos en ella, es nuestra vida, sin ella no podremos vivir.
Por eso nosotros los y las zapatistas decimos que la tierra es de nosotros, nos pertenece, por siglos, ahí nacieron nuestros tatarabuelos y ahí murieron, ahí están sus huesos su historia y la memoria.

Por esto los pueblos indígenas Zapatistas, estamos agradecidos de los compañeros y compañeras que formaron nuestra querida organización en la cual pertenecemos todos los pueblos y comunidades Zapatistas.

Tenemos más ganas de trabajar, de organizarse y de luchar, ya están más compañeros del campo y de la ciudad en la OTRA CAMPAÑA y de la SEXTA INTERNACIONAL del mundo.
Queremos decirles que gracias al movimiento que estamos haciendo hemos descubierto, que en todas partes de México y en el mundo, tenemos los mismos sufrimientos y los padecimientos de despojo, por causa del capitalismo y del neoliberalismo, quieren someternos a su dominio y ser sus esclavos en nuestro propio suelos y bajo el mismo cielo.

Por eso nos debemos preguntarnos ¿los vamos a dejar que hagan y lleven libremente sus planes de exterminio en contra de nuestros pueblos?, y si lo dejamos ¿a donde iremos a parar? Y ¿Cómo será la vida allá donde nos irán a llevar?

Nosotros pensamos que esta respuesta nadie nos la va dar, la respuesta vendrá de nosotros mismos.
Estos bandidos, malvados y bárbaros llevarán adelante su plan de exterminio, contra nuestros pueblos originarios de esta tierra y territorio.
Sí contestamos bien las preguntas, entonces es tiempo de saber que hacer desde ahora.

Hoy más que nunca se tiene que hacer en la práctica y todos y todas digamos ¡YA BASTA! Por tanta maldad que han hecho en contra de nuestros pueblos, en México y en mundo.
Juntos tenemos que luchar, unidos en una sola palabra.
Porque nosotros así nos obligaron los zapatistas a enfrentar como el único camino levantándonos en armas una madrugada de 1 de Enero de 1994, contra esos malos gobiernos y los terratenientes y el ejercito federal y sus diferentes corporaciones policíacas.
Las condiciones antes del 94, los indígenas zapatistas estaban sin derecho de libertad, sin derecho a la democracia y ni de la justicia. Durante estos 5 siglos pasados, sufrimos todas las injusticias, por los grandes terratenientes.

Aparte de estas injusticias, nos mantenían divididos, sin derecho de reunirnos para organizarnos, como objetivo era tenernos dispersos, pero controlados, pero no en una comunidad, sino de manera acapillada, desde la finca del patrón, nos mantenía, sin ningún derecho de desarrollar trabajos, para nuestras familias. Entonces para tenernos callados los indígenas les daban trabajos duros, de 6 de la mañana a las 6 de la tarde, con un miserable salario de 2 pesos.

De esta manera con trabajos forzosos los indígenas estaban en total sometimiento bajo las ordenes de los patrones, para sus grandes ganancias y desarrollos materiales, porque los potreros, los pastizales, los alambrados, los corrales de manejo, las milpas de los patrones, la casa de los patrones, el mantenimiento de sus casas y de sus animales, perros, gallinas, caballos y marranos.
Todos estos trabajos lo hicimos los indígenas de manera humillante, de esta manera los grandes terratenientes fueron logrando su objetivo de adueñarse de grandes extensiones de tierra, adueñándose de las riquezas naturales, como el agua, las maderas finas y comunes, río, manantiales y lagunas. Con esto prácticamente controlaron un territorio, a costa de nosotros los indígenas que ahí vivíamos acasillados en las fincas, esto hasta hace poco, dejaron de ser acasillados y sus condiciones de vida, fueron de extrema pobreza. No había condiciones de salud y nos moríamos por enfermedades curables, no había educación, la mayoría de los pueblos, no supieron escribir ni leer.
No había carreteras para ir a una ciudad, de ida y vuelta llevaba 9 días, si era por medicina, a veces ya no se encontraba vivo el enfermo.

Mientras que los finqueros estaban talando, miles y miles de metros de cúbicos de madera, desde el señor Belisario Domínguez, gobernaban y mandaban de grandes extensiones de tierras y luego paso en manos del señor Matías Castellanos y esto pasó de padres a hijos, con esta explotación de miles de árboles, el cual nosotros conocimos, se darán cuenta, cuando vayan rumbo al caracol de La realidad, pasando por Las Margaritas, antes del ejido Chiapas, asta llegar a ejido Nuevo Momon, toda esa cañada, fue explotada, por tercera ocasión, entre Absalon Castellano Domínguez y Ernesto Castellanos, asta finales de 1987.
Estos eran sus formas, como la de El Medellín, de esta misma cañada, estas tierras fueron vendidas, por grandes cantidades de dinero. Apoyados de los malos gobiernos, a traves de los bancos.
Más allá cerca de La Realidad, hicieron lo misma en la finca La Petema propiedad del señor José Villatoro y luego pasó, en manos del señor Antonio Villatoro, después fue vendida, al señor Efrén, proveniente del norte del país.

Todo esto hicieron en estas tierras, eran grandes extensiones de tierras que tenían estos terratenientes, como la finca Las Delicias y la finca de El Rosario, finca san José, finca nuevo México, finca El Edén, finca La Victoria, finca El Recreo, finca Campo Grande, finca San Lorenzo, finca San Antonio, finca Santa Rita, finca Santa Isabel.

Todos estas fincas eran de 3 mil hectáreas para arriba cada una, solo por mencionar de las grandes extensiones que estos señores poseían, por ejemplo la finca San Quintín de los señores Bulmes actualmente lo ocupan 10 comunidades indígenas, esto para que imaginan las extensiones que poseían.

Por eso de esta manera acabaron talando los miles y millones de árboles y de metros cúbicos de madera que sin duda alguna llegó en manos de grandes compañías nacionales y extranjeras.
Estos señores disfrazados dueños de las tierras fértiles y de los recursos naturales nos despojaron de manera engañosa, usando sus mañas para legalizar los despojos que nos hicieron en complicidad con las instituciones y los malos gobernantes.
En esta misma época, al mismo tiempo, también llego la gran compañía que se conoce como los monteros, esta compañía se dedicó a la tala de madera preciosas, como son el cedro y la caoba. Así explotaron la riqueza de nuestro territorio.
Los explotadores que llegaron en estas tierras son extranjeros y porque son herederos e hijos de conquistadores como fue Cristóbal Colón y Hernán Cortés.

También llegó otra compañía chiclera explotando y destruyendo nuestra ecología, dedicándose de extraer resina de un árbol conocido como el chicle, como toda una vez a acumulado enviaban al dueño de la compañía. Usaban a los indígenas y campesinos para este trabajo sin importar los riesgos que esto implicaba exponiéndolos a padecer enfermedades y fracturas.
En aquel entonces se conoce poco, como por ejemplo el piquete de la mosca chiclera que era como una enfermedad incurable.
Todo estos señores que hicimos mención de sus actos de destrucción a los recursos naturales, son para nosotros ladrones ambicionados, saqueadores, explotadores de las fuerzas de trabajo, la discriminación, el desalojo, el despojo.

El delito de estos señores, es muy grave ante los pueblos indígenas de México y se puede decir que son criminales en contra de nuestra madre tierra.
Nunca estas tierras fueron entregadas en manos de los indígenas y campesinos. En esos tiempos se dieron muchas luchas pacificas para gestionar las tierras y como respuestas fueron: el asesinato, el encarcelamiento, desalojo, las desapariciones y las amenazas.
En vista del olvido de estos malos gobiernos, todas las organizaciones campesinas fueron dispersas, cada organización buscaba lo que entonces planteaban y como siempre andábamos dispersos.

Debemos reconocer que el único que se dolió de las tantas injusticias fue la diócesis de san Cristóbal de las Casas Chiapas, entonces encabezada por el obispo monseñor Samuel Ruiz García y sacerdotes, madres y hermanos y hermanas que trabajan en la iglesia como civiles le decimos nosotros, pero el dolor no se curaba y se hacía más grande.

De todo esto algo pasó.
Gracias es todo.
Le doy la palabra al compañero Teniente Coronel Insurgente Moisés

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