Mural en Oventik
"En 500 años se negaron a ver nuestros rostros, ¿Porqué ahora quieren ver nuestras caras? - E Z L N"

1 de Enero de 2010 - XVI aniversario de la Guerra contra el olvido

Una Carta A Mis Hermanos Zapatistas




Buena noche, buen día, buena tarde, mi buenos y pequeños hermanos Zapatistas, G. y D. esta vez escribiré para los dos, ya que asi sere un buen residente del mundo capitalista, me ahorrare tiempo y dinero, haciendo mi bolsa la mas contenta, en el mundo este donde habitan los avaros... Como la ven muchachos?

Sabrán que esta tarde a las 5 PM hora de Arizona, vimos en CNN un programa de 2 horas, llamado “En UN Lugar Llamado Chiapas” Y presentado por una reportera Canadiense, pienso que millones de gentes lo vimos, ya que le estuvieron anunciando como por 2 semanas en la TV. Muy interesante compañeros: en verdad hay que ser un humano sin corazón, para poder aceptar la existencia de gobiernos, como esos que proclaman ser lideres y representantes de naciones donde la libertad y la democracia, caminan y viven en el mismo aposento de esas patrias, que según ellos representan ante los pueblos de este globo terrenal, de ser naciones de un mundo lleno de ideologías democráticas, donde se convive respetando la existencia de cualesquier humano... Ah pero no es asi.

Tienen nuestros hermanos que ser ciegos para no ver la apatía: esa que camina como sombra de la paciencia, deteniendo la esperanza de un mañana en las manos de políticos desconocedores de las enfermedades, esas que se curan con el olvido y la indiferencia hacia su pueblo, en especial aquellos que por siglos fueron dueños de la tierra, y ahora aparte de no aceptarlos en el teatro de la vida, buscan la manera de ignorar, el palpito de su existencia: la verdad muchos la comprendieron esta noche, algo les hizo ver tan solo al momento de encontrar en nuestros ojos, el callo en el pie desnudo que por mas de 500 anos calza el Indígena campesino: paradoja, al otro lado del gobierno, las botas de la opresión militarista, hasta el poderío se demuestra, en la elegancia de sus cintas blancas, pagadas con el sudor de aquellos pueblos explotados, un sudor que se riega en los libros económicos del olvido.

Les menciono mis hermanos pequeños en un párrafo anterior: La verdad muchos la comprendieron, yo no me incluí ahí, porque soy un hombre que camino dentro muchas comunidades Indígenas, recogiendo el eco desprendido del terror que ya es como un canto, en el alma en las patrias de América, y sabrán ustedes que en mi morral donde guardo mis recuerdos, fueron tantas las tristezas que encontré, que lugar y espacio, me fue necesario para cargarles y asi compartirlas con otros humanos, hermanos y hermanas: Uno de ellos fue alla en un lugar muy lejano de nosotros y llamado Temuco, en la provincia de Cautín, Cuantas veces los originarios del Arauco, Mapuches de alma y tierra me regalaron sus penas, como un presente que sabían yo guardaría, y conmigo llevaría a través de esos senderos, donde encontraría la residencia de otros hombres de maíz, los mismos que la patata cultiban, en los surcos irrigados con sangre. Los mismos que en los cañaverales levantan las cosechas para producir azúcar y endulzar lo amargo de muchos ignorantes, de lo que a los viejos dueños de las patrias les sucede.

Hoy llega el nombre de otro pueblo Indígena de nombre Santo Domingo de los Colorados, alla por la provincia de Esmeralda, en la republica del Ecuador. La desnudes de sus cuerpos Indígenas, pintados en variedad de líneas horizontales y de colores diferentes, me llevo a la sola curiosidad de quedarme y convivir con ellos, cosa que fue un abrazo que encontré en las sonrisas y sus miradas, ya que esta fue nuestra única manera de expresarnos, acompañada de vez en cuando de unas cuantas palabras Hispanas. El idioma no existió nunca como problema, las sonrisas pintadas en sus sopas de papa, fueron la entrega de un mensaje compartido, que viene de parte de otros criollos residentes, inquilinos de bagazos de tierra, como el resto de nuestros pueblos Indígenas hermanos, por cualesquier punto cardinal en esta larga extensión de nuestra América.

Podría seguirles relatando cuantas tantas historias mas: pero acá en lejanía recuerdo bien, que tanto los dos ustedes como yo hemos sido jugadores sin querer, en ese mundo donde habita la pobreza, la explotación del hombre por el hombre, y las injusticias que tambien llegaron con la conquista, mas han quedado como una herencia de honor a todos aquellos políticos, que dicen y son electos por las gentes para cuidar y velar por los destinos de los pueblos.

Los recuerdos que levante ayer, los he repartido en un mundo de conciencias que siempre se me han aparecido en el camino, hay muchos que les desagradan las palabras que lleva esa queja, algunos y más que algunos; An tiraron sus sandeces como palabras salidas de un libro de filosofía escrito especial para ignorantes, pues describían la existencia de nuestras razas autóctonas, solo como una victoria que ya no tiene sentido ni porque pensar en la existencia de esa razón, la misma que envuelve la existencia: de todo niño, mujer, anciano y hombres de tez morena, y ex propietarios de la tierra Americana.

Bueno mis pequeños hermanos: a través de las distancias que nos separan, y desde la humildad de alma y corazón, pero con el orgullo del palpitar de mi familia, esta misma que se extiende en el entendimiento de la existencia de nuestra sangre roja, convirtiéndola en un abrazo lleno de amor y un beso de comprensión, asi una mano absoluta de solidaridad, con todos nuestros hermanos y hermanas que caminan y viven, en esos verdes rincones de la selva de Chiapas.

Que el Arquitecto del Universo les Bendiga.


Sal Troccoli


0 comentarios: