Tiene usted mucha razón de cuanto afecta la especulación. Recuerde que la especulación es lo que ha llevado generar la actual crisis mundial, y por ende, nos afecta a tod@s los mexicanos. Con este tipo de hechos la atención del pueblo mexicano, claro, hablo de las ciudades urbanas, se centra en este “accidente”, y así se olvida un poco la crisis que nos afecta estos días. Ahora viene a mi memoria que cuando era niño, recuerdo que yo tenía miedo al chupacabras, y eso, créame que hizo olvidar a la mayoría de la gente la crisis del 94, conocido como el error de diciembre, una de las últimas crisis que nos hemos podido recuperar por la gran unión de los mexicanos (Televisa, Dixit). También, déjeme decirle que no han sido poco los sucesos que hacen olvidar hechos repugnantes para todos los mexicanos. Así podemos mencionar que cada vez que realizaba un viaje al extranjero Ernesto Zedillo cuando era presidente, sucedió la matanza de Acteal. O durante el sexenio de Vicente Fox, de los famosos pescadores que sobrevivieron largos meses en altamar.
Y quién no especula en estos tiempos si la legitimidad de Felipe Calderón es muy discutida, a poco ¿Usted si cree que ganó limpia las elecciones? Si todo el pueblo mexicano sabe que a Andrés Manuel le ganaron por fraude.
Tiene también la razón en mencionar que el PEOR ENEMIGO DEL MEXICANO ES EL PROPIO MEXICANO, pero aquellos que sirven para intereses extranjeros. Y usted se hace y me hace las siguientes interrogantes: ¿Si fue o no fue el crimen organizado? ¿De qué nos sirve saberlo? ¿Para qué suponerlo? ¿Acaso eso hará un Mejor México?
Nos sirve saber mucho porque con esto se demostraría lo podrido que está el sistema político mexicano, la corrupción que hay en todas las esferas del poder. Y puede ser el comienzo de una transformación en México. Cualquier mexicano sabe que el poder del narcotráfico es el que gobierna, ¡No nos hagamos! Solo veamos las denuncias de corrupción en que estaban metidos y todos los contratos cuestionados que tiene con Pemex. Ahora salta a la luz pública que en las últimas semanas Camilo Mouriño (Q.E.P.D.) había redoblado su escolta personal o las amenazas de muerte al extitular de la SIEDO que también iba en ese Jet.
¿No será que los altos mandos de los recientes detenidos de la PFP, que informaban a los capos del narcotráfico cobraron factura? Porque el fallecido Mouriño era el responsable directo de Seguridad Nacional.
¿No cree usted, que los 400 mil dólares que recibían mensualmente por informaciones confidenciales, se haya visto perjudicado?
¿O aquellos que ya controlaban el tráfico en el mismísimo Aeropuerto Internacional de la Ciudad de México, les echaron a perder el negocio más jugoso?
¿No será una versión de Ramón Martín Huerta?
Señora, Señor, yo también quiero a un México diferente, como usted. El rumbo que le daría es primero obtener una verdadera democracia, libertad y justicia. Y como se va obtener eso, con la unión de los que siempre han vivido allá abajo, con aquellos que le han negado la patria, con campesin@s, maestr@s, amas de casa, obreros, indígenas, prostitutas, lesbianas, los chav@s banda, con todos aquellos que dan identidad a esta gran nación, aquellos que día con día con el sudor de su frente luchan por sobrevivir en esta patria a veces indiferente.
Es hora de luchar por una transformación verdadera en este país, pero no desde arriba como pregonan los de ahora, sino desde abajo con todas aquellas minorías que en realidad son mayorías.
Sueño con un país donde no haya 45 millones de pobres y otro tanto en la extrema pobreza.
Sueño con un país donde ya no sea causa de muerte una diarrea o una fiebre, como en Chiapas, Guerrero, Veracruz.
Sueño con un país con justicia, donde no sea delito luchar por tierra, salud y educación.
Sueño con un país donde no se criminalice las luchas sociales como los de Atenco. Donde no se les condene más de 100 años de cárcel por luchar por un pedazo de tierra.
Sueño con un país donde no existan diferencias. Que los de abajo sean escuchados, que las crisis que provocan los más ricos lo paguen ellos y no nosotros que siempre salimos pagando todo.
Desde El Otro Sur
B@l@m
P.D. Será que también para los que no venían en el jet y perecieron en el lugar de los hechos, ¿habrá también honores militares? ¿Alguna “pírrica” indemnización? o simplemente – no fue nuestra culpa, fue un accidente. Lo lamentamos mucho –.
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